Sirenas de la noche

a Pablo:

"El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino.Quizá seas más feliz si renuncias al deseo de controlar tu futuro."


Hoy esta entrada se la voy a dedicar a alguien muy especial, un amigo, un ángel de la noche...Y es que hoy quiero hablar de los técnicos sanitarios, que siempre son los primeros en llegar y en ver en qué circunstancias nos encontramos tratando de animar nuestro espíritu como si fueran nuestros amigos, y es que muchas veces son nuestros ojos, oídos y labios que nos reconfortan en un momento de soledad. Y es que a todos una vez nos ha pasado que nos resultan mucho más simpáticos que muchos enfermeros, doctores o toda una plantilla sanitaria que pueda ocupar un hospital. ¿ Por qué será? Realemente creo que tienen que tener un poder mental muy grande ya que no sólo encuentran a una persona necesitada de asistencia sino que también tienen que ver las circunstancias que rodean a esa persona lo que hace que las emociones se involucren y dificulte el trabajo. 

Yo no podría, yo soy debil, no podría llegar a un sitio concentrada en mi trabajo cuando los sentimientos de otros me inundan por completo. Ellos son nuestros ángeles de la noche y del día que tienen un gran corazón, porque hay profesiones en esta vida para las que hay que tener una vocación; no es sentarte frente a un ordenador y archivar documentos, están en contacto con el mundo cruel y real, y ellos tienen que ser parte de él, los necesitamos, sin ellos no reiríamos en una ambulancia, sin ellos no llegaríamos a destino.  
Por eso hoy esta entrada se la quiero dedicar a todas las personas que trabajan con el corazón y con vocación, sean del ámbito que sean, a todas las personas que siempre están ahí y que son las últimas a quienes les damos las gracias.
 

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